jueves, 3 de enero de 2013

El amor a distancia: ¿Un mito o una realidad demasiado bonita?





Lo primero que he de decir es que, en esto del amor, si que soy inexperta. La más inexperta del mundo. Pero conozco lo que es la distancia. Y la odio como nadie. Así que hoy vengo a escribir sobre todo lo que conlleva odiarla.

Algunos dicen que el amor a distancia no existe. Que no es posible. Y yo hoy sólo quería hacer ver que eso es mentira. Que el amor a distancia existe. Y además es el amor más sincero que puedas encontrarte nunca. Porque, ¿que debe de sentirse al estar a tantos kilómetros de la persona a la que más quieres? La persona que día a día te dice que ya queda poco, que aguantes. La persona que, aún estando a tanto de ti, es la que te da las ganas de seguir levantándote por las mañanas. La persona que hace que tengas a alguien por quién luchar. Alguien en quién confías como si estuviera ahí, a tu lado.
El amor a distancia no está hecho para cobardes, sino para valientes que harían lo que fuera por la persona que está al otro lado de la pantalla. El amor a distancia es bonito porque es fiel y porque demuestra que el romanticismo y eso de enviar cartas en días especiales, no se ha perdido.
El amor a distancia es fuerte como el acero porque lo consigue todo estando a miles de kilómetros. Porque saca sonrisas en todas las partes del mundo y porque hace que los primeros encuentros sean inolvidables. El amor a distancia es jodido porque llega un momento en el que crees que no aguantas más y en el que, si tuvieras dinero, te escaparías para ir junto a esa persona que tanto necesitas. El amor a distancia también consigue sacar lágrimas. Y también consigue que tengas un mal día si se lo propone. Pero después miras una fotografía de esa persona y piensas: '¿Y que más da? ¿Que más da si tardamos cuatro o cinco meses más en vernos? No necesito verlo para sentirlo'. 
Porque el amor a distancia también te hace sentir como no has sentido nunca. Y también hace que ver a esa persona, aunque sea a través de una pantalla, sea lo más especial de tu día. 

El amor a distancia no es más que una realidad demasiado bonita. Una realidad demasiado bonita que, como ya he dicho, sólo es para los más valientes. Para los que saben sacar la parte buena de todo eso. Para los que saben pensar, por muy mal que estén, que ya queda menos para abrazar a esa persona. 
La distancia es lo más jodido del mundo y, creedme, a todos nos gustaría hacerla desaparecer, pero también demuestra cosas que la cercanía no puede. 
También demuestra lo importante que eres para esa persona y lo mucho que te quiere, porque no por cualquier persona se quedaría hasta las tantas de la mañana hablando solo porque te sientes mal. Y no por cualquier persona aguantaría a la jodida distancia que no le deja abrazarte. 

En definitiva, el amor a distancia existe y está más vivo de lo que pueden estarlo los demás amores. 
En definitiva, las personas que lo conocen en primera persona estarán de acuerdo con todo lo que he dicho ahí arriba porque, aunque yo no tenga ningún chico especial a miles de kilómetros de distancia, si que tengo a amigas. A amigas que han hecho mucho más por mi que personas que, día a día, me rodean y están en mi entorno. 

Porque esa es la mágia de los amores a distancia. Que sientes todo de otra forma y te demuestran todo de otra forma. De otra forma más especial. Y es entonces cuando lo piensas y te dan exactamente igual los miles de kilómetros que os separa. Porque sabes que podréis con ellos y con todo lo que venga después. 

Y es que, el amor a distancia no es más que una realidad demasiado bonita.

2 comentarios:

  1. Shiquilla, tienes que dejar de hacer cosas ran ¿tuyas?, si, llamemoslo tuyas... Pues eso, que dejer de hacer cosas tan tuyas que me vas a matar joe'. Que tienes razón en todo. Yo no soy explerta, porque no hay un chico a kilómetros, pero al igual que tu, hay amigas. Y me dan ganas de traspasar la maldita pantalla, y estar abrazandola. Que estoy de la distancia hasta las narices. Y es curioso, porque llevo con ella 5 meses, y parece que me conoce mejor que nadie. Y lo dejo ya que te aburro.
    Que es increible *como tu*. Y que no me olvide de darle a "me gusta".
    Muchos besos, señorita Kels.
    Una Sara con ganas de conocerte.

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    1. Tú y tus comentarios preciosos que consiguen hacerme sonreír esté como esté. Gracias de nuevo porque con todo lo que me dices, por muy poco que sea, consigues animarme. Y tener una buena razón por la que escribir otra entrada más.
      Sólo eso, que eres increíble. Espero que nunca se te olvide. Aunque bueno, siempre voy a estar aquí para recordártelo y así seguro que no se te olvida.
      Un bessito.
      Kels.

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El tiempo, que se escurre entre los dedos.