sábado, 19 de enero de 2013

'Confío en ti'.

Bueno, primero de todo me gustaría pedirle perdón a Sara que sé que le prometí la semana pasada que escribiría y al final no subí ni nada. Lo siento mucho, en serio. Para ser mi única lectora debería tener más cuidado en no perderte. Y segundo, el texto que voy a poner a continuación no es mio. Lo encontré en tumblr y me pareció precioso. Y bueno, como no sabía sobre qué escribir he decidido hacer una especie de "resumen" sobre todo lo que enseña el texto, con tan pocas palabras. Pues eso, que el texto no es mio pero el "resumen" (por llamarlo de alguna manera) de abajo, si que es mio. Ya no me enrrollo más. Que lo disfrutéis (si es que me lee alguien más aparte de Sara).


                                                                    
En una tarde nublada y fría, dos niños patinaban sin preocupación sobre una laguna congelada. De repente el hielo se rompió, y uno de ellos cayó al agua. El otro agarro una piedra y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas, hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo. Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron: “¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso, es imposible que haya podido quebrarlo con esa piedra y sus manos tan pequeñas...” En ese instante apareció un abuelo y, con una sonrisa, dijo: —Yo sé cómo lo hizo. — ¿Cómo? —le preguntaron. —No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.

                                                                                      ****

Para mi, todo lo que dice ese texto, con tan pocas palabras, tiene más sentido que el que podría tener un texto enorme, con muchas más palabras que este.
Para mi, el final de este texto, expresa lo grande que puedes ser cuando quieres y tiene tanto sentido para mi porque yo quiero ser así, así de grande.
Porque lo importante no es si eres un niño o una persona enorme, lo importante es que tengas el coraje suficiente para hacer todo lo que quieres, para conseguir todo lo que te propones. 
Para mi, eso de que confíen en mi y en todo lo que puedo llegar a hacer no es algo que viva día a día, ya que, creo que nadie lo hace. Creo que nadie confía en mi y en lo grande que puedo llegar a ser si me lo propongo. 
Creo que soy la única que saca fuerzas de donde no las hay para decirme que puedo hacer lo que me proponga, que tengo que ser como ese pequeño niño que, con una única piedra y todo su coraje, logró romper el hielo para salvar a su amigo. 
Porque yo creo que las personas pequeñas son las que más grandes pueden llegar a ser. 
Y de eso trata mi vida, de intentar ser grande sin escuchar lo que los demás piensan de mi. Sin escuchar todos esos: 'Nunca podrás...' que, lo creáis o no, duelen mucho.
Mi vida es un: 'No importa, vas a poder. ¿Por qué no ibas a poder?' constante. Y aún así me derrumbo. Porque no es fácil que, además de que no confíen en ti, los demás te digan que no vas a llegar a ser nada. No es fácil tener que darme las fuerzas a mi misma cuando, en realidad, sé que no sirvo para darle fuerzas a nadie. 
Que tengo mil defectos a la vista y muy pocas virtudes que, además, se esconden de todos. 
Que no sé aún qué estudiar en un futuro y que, aunque me cueste aceptarlo, soy un desastre. Un desastre con piernas.
Que a mi con un 'confío en ti' me enamoras y, no sé si seré gilipollas por ello, lloro. Lloro como si me hubieras dicho la cosa más bonita del mundo.
Pero el problema es que hay pocos 'confío en ti' en mi vida.

Ojalá fuera todo tan fácil como en el texto. Ojalá no hubiera nadie a mi alrededor para recordarme mis mil defectos y lo muy complicado que lo tengo para llegar a ser todo lo que quiero ser. Ojalá no hubiera en mi día a día gente que me hace daño porque sí. Ojalá alguien pronunciara las tres palabras más sencillas del mundo. Ojalá alguien se atreviera a decirme: 'Confío en ti y en todo lo que tienes pensado hacer. En todos y cada uno de tus sueños y en la de cosas que podrías llegar a ser si te lo propusieras. Confío en que vas a ser tan grande como quieras'. Ojalá no fuera tan difícil decirme a mi misma 'confío en ti'. Aunque, como me enseñó Albert Espinosa, es difícil disfrutar con un 'te quiero' propio y, por lo tanto, también lo es con un 'confío en ti' propio. 

Yo no quiero ser algo demasiado grande, mis sueños no son demasiado inalcanzables y mis ideas tampoco son tan difíciles de entender. Pero necesito que dejen de recordarme mis defectos. Necesito que crean en mi por una milésima de segundo y que, aunque no me lo demuestren mucho, estén conmigo. Porque yo también necesito apoyo. Porque yo también soy humana y también puedo equivocarme. Y, por supuesto, también puedo ser como ese pequeño gran niño que salvó a su amigo porque nadie a su alrededor le dijo que no podría hacerlo. Porque yo también sé luchar por lo que quiero aunque a veces me cuente demasiado. Y también sé hacer ver lo que valgo. Y voy a hacerlo, claro que voy a hacerlo. Y entonces, por cada persona que haya ahí para recordarme lo pequeña que soy, más grande voy a hacerme. 

Porque, para mi, el ser pequeña no es ningún impedimento. El impedimento son las personas, que destruyen gratuitamente. Que hacen que te sientas aún más pequeña de lo que ya eres. Porque, para mi, tener coraje y ganas de seguir luchando por todo lo que quiero, se convierte en una lucha contra todas esas voces que me gritan, cada vez más fuerte, que no puedo. 
Y que, me da igual si piensan que por sus comentarios voy a dejarme ganar. Claro que no voy a hacerlo. Porque también, y por mucho daño que me hacen, me han enseñado a ser valiente. Y los valientes no se rinden. 

Así que sí, quiero ser como ese niño. Quiero recoger el coraje y la fuerza necesaria para hacer lo que quiera y cuando quiera. Quiero luchar hasta que ya no me queden más fuerzas y dejar que ellos se desgarren las gargantas gritándome que no puedo, que ya me compraré tapones para no escucharlos. 
Que ya seré tan grande como para no escucharlos desde mi altura.

2 comentarios:

  1. No me pidas perdón. Si no subes, no pasa nada. Prometas lo que prometas. ¿Y sabes que? A parte de que no soy tu única lectora, si por algún motivo lo fuera, que sepas, que jamás me vas a perder...
    Y aunque te fueras, seguiría leyendo cada entrada, una y otra vez para recordarte, así que, no te preocupes por eso, no va a pasar.
    Bonitos ojos, muy bonitos.
    Creo, que los que no confían en ti, son estúpidos. ¿Por que sabes una cosa? Vas a llegar muy lejos. Muy muy lejos.
    Y si hace falta, te lo digo yo, confío en ti y en todo lo que tienes pensado hacer. En todos y cada uno de tus sueños y en la de cosas que podrías llegar a ser si te lo propusieras. Confío en que vas a ser tan grande como quieras.
    Porque yo tengo claro que va a ser así, porque para mi, eres increíble.
    Y ademas, eres tú, la que me das fuerza a seguir cuando te leo. La que me salva cada día. ¿Y que pasa si tienes miles de defectos? Nadie es perfecto. En realidad, yo te veo perfecta. Que igual, no lo seas, ¿pero y que?
    Eres genial, y creo, que nadie va a conseguir hundirte, jamas.
    Y si eso pasa, me presento allí, y corto cabezas.
    Te necesitaba, cielo.
    Muchos besos.
    De Sara

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Dios, si es que a penas veo la pantalla con las lágrimas, Sara. Joder, tú quieres matarme. Buah...en serio, me has dejado sin palabras. Ahora sólo quiero llorar. Pero llorar de la emoción. Porque nunca me lo habían dicho de una forma tan sincera y, aunque sean simplemente letras, yo lo he sentido como algo muy muy profundo. Es que en serio, me has tocado la fibra sensible, jajaja. Eres impresionantemente increíble, Sara. No dejes de ser así nunca, por favor.
      GRACIAS. GRACIAS POR TODO.
      Kels.

      Eliminar

El tiempo, que se escurre entre los dedos.